sábado, 20 de octubre de 2012

Diciembre 2

Preocupaciones

Despierto pero esta vez sin ganas de otro día, sabía que algo andaba pésimamente mal, no sólo porque desperté y noté que Ian ya no estaba a mi lado, sino que me entró un mal presentimiento. 

Decidí ir a ducharme. Al finalizar de bañarme me cambie y me puse un short de mezclilla y una blusa de las Tortugas Ninjas. Bajé lentamente las escaleras de mi casa mientras intentaba recordar todo lo que paso anoche, de pronto caminé hacia la cocina y noté que había una nota en el comedor junto con mi desayuno favorito; hot cakes con tocino a lado. La nota decía lo siguiente. 

Buenos días Grace, desayuna rápido antes de que llegues tarde a tu entrevista de trabajo, no quise despertarte. 

 -con amor Ian 

En efecto sólo tenía 1 hora para prepararme así que desayuné lo más rápido que pude, me cambié por algo más formal y presentable para mi entrevista; cogí mis llaves, subí a mi auto, lo encendí y me fui directo al lugar donde sería entrevistada, parecía que volaba mientras conducía, finalmente llegué a mi destino, pero para mi sorpresa ya había alguien más ahí ocupando mi lugar o eso creí… así que decidí irme de aquel refugio de animales.
No sabía realmente hacia donde iba, sólo estaba conduciendo sin rumbo alguno, en busca de algo nuevo, algo que cambiara mi vida, si yo sé… no tenía ni una idea de hacia donde quería ir, terminé yendo a casa. 
Una vez más me encontraba en mi habitación sola, sentada viendo a través de mi ventana. Tantos pensamientos que pasaban flotando lentamente dentro de mi cabeza. 
De alguna forma u otra estaba cansada de mi vida, me sentía en medio de las cosas. Ni idea de por qué mis amigos y amigas me enfermaban de vez en cuando. ¿Por qué las chicas podemos ser tan crueles y tan perras? ¿Por qué será que me dan tantas ganas de quemar o aventar mi ropa como si nada y empezar de cero? ¿Por qué siento como si no estuviese aquí? 
Cómo describir esa extraña sensación de querer ir… muy lejos a un lugar pero no permanecer ahí por mucho tiempo. Ese deseo de querer encajar en algún lugar donde no tienes motivo alguno para estar ahí. No encuentro palabras para decir que quisiera salir corriendo en un día lluvioso y sentir la lluvia en mi cabeza sin recordar aquellos días sombríos de mi vida. No me importa a donde ir con tal de huir. Quizás sea tiempo de empezar algo nuevo
De pronto escuché que alguien abrió la puerta de mi cuarto. 
-Grace ¿Cómo te fue en tu entrevista?- sonrió –volviste mucho antes de lo que esperaba- dijo mi hermano con confusión. 
-No tuve ninguna entrevista- suspiré profundamente –no quise hacerla…- comenté yo.
-Creí que te había ido casi tan genial como anoc…- interrumpí a mi hermanito con tanta rapidez, furia y de la manera más alterada posible.
–NO QUIERES TERMINAR ESA ORACIÓN- dije gritando. 
-Hey, hey, hey CÁLMATE, acabo de llegar, llegué a casa y tuve que llevar a papá al hospital porque estaba inconsciente en la sala, al parecer ya todo está bien, por cierto tú solita te delatas ¿Creíste que preguntaría por Ian? Pues NO. Aun así es bueno saber que iré a golpearlo después.- Erik sonrió y subió las escaleras. 
Yo lo seguí y le dije –No te entiendo ¿Por qué lo golpearías?- 
-Esto es muy incomodo y más porque eres mi hermanita, pero ya que… dime Grace ¿usó condón o no?- preguntó mi hermano en un tono muy serio. 
Esa pregunta logró paralizarme, sabía muy bien la respuesta. NO. No podía creer todo lo que estaba pasando. Había una sola pregunta en mi cabeza ¿Cómo es posible que todo mi mundo se venga abajo con tan solo un par de segundos? 
-Ve a tú cuarto, te prepararé chocolate caliente, galletas y compraré muchos clínex y kilos de helado- después Erik añadió –también reúne a tus amigas, no podrás hacer nada de esto sola- mi hermano sonrió y bajó las escaleras. 
Me fui a mi cuarto y llamé a May, Scarlett, Amber, Isabella y Emily. Desde luego que le avisé a mis amigas de siempre Marie y a Rose. Tuve que decirle a Zac que el y yo teníamos que hablar pronto. 
Finalmente llegó mi grupo de amigas. 
-No es por nada Grace pero ¿A qué se debe esta reunión?- preguntó Amber. 
Yo no podía evitarlo, el simple hecho de verlas ahí preocupadas me ponía más nerviosa. 
-Debe ser algo muy grande como para que no puedas decirlo así como así, te conozco bien- dijo Scarlett.
 -Me odiaran después de esto, bueno no sé cómo decírselos…- la realidad era que sentía un enorme temor de decirles a mis mejores amigas que necesitaba una prueba de embarazo, así que decidí decirles lo siguiente. –Es sólo que mi padre está en el hospital y me siento mal por eso- vil mentira hacia las personas que más quiero, mis amigas. 
-No te preocupes, ya verás que todo saldrá bien.- dijo Isabella. 
-En ese caso tengo que irme, necesito regresar a casa pronto.-comentó Amber. 
Mis amigas comenzaron a despedirse de mí, y se fueron una por una. Segundos después llamé a Zac para avisarle que tenía que verlo urgentemente, el accedió a mi petición y poco después salí como rayo a su casa. 
Ahí estaba yo, frente a su puerta, demasiado nerviosa y paralizada para ser verdad, toque la puerta con inseguridad; no tardó mucho para que me dejaran pasar, subí las escaleras y fui al cuarto de Zac, cuando entré no me sorprendió ver que estaba sacando una canción a oído Girl I Know – Avenged Sevenfold, lo cual no me hacía sentir mejor. 
-Zac, tengo miedo- dije yo mirando al vacío
-¿Por qué pequeña Grace?- preguntó el en un tono aniñado. 
Le di un resumen a Zac de todo lo que pasó aquella noche. 
-Y ahora no se si estoy embazada- comenté yo muy avergonzada. 
-Vámonos YA- dijo Zac apresurado. 
-¿A dónde vamos?- pregunté yo. 
-A un hospital- respondió Zac. 
-¡ESTÚPIDO NO PIENSO ABORTAR!- grité yo. 
-Era broma… ven vamos a una farmacia que esta algo apartada de la sociedad- Zac cogió sus llaves, me abrió la puerta y nos fuimos. 
La ansiedad de llegar a la farmacia crecía cada segundo, cuando finalmente llegamos decidimos comprar 5 pruebas de embarazo. Salimos de la farmacia como si nada, pero para mi desgracia me topé con Audrey. 
-Grace, vaya sorpresa… ¿Qué haces saliendo de la farmacia?- dijo Audrey con toda la falsedad del universo. 
-Audrey no queremos problemas así que tú a lo tuyo. ADIÓS- comentó Zac. 
Él tomó mi mano y caminamos hacia el estacionamiento, en ese instante sentí que mi mundo se destrozó pues Audrey intentó quitarme la bolsa, logrando así que se partiera en 2 y las pruebas de embarazo cayeran al suelo. 
-Vaya, vaya, vaya al parecer tenemos a una premiada. ¡HA! Que trágico, esperemos que Ian siga ahí…- dijo Audrey. 
-No entiendo ¿a qué te refieres?- pregunté yo. 
-Sabes que Ian no es la persona más comprometida del mundo, no me sorprendería de que te dejara lidiar con tu propio peso- respondió ella. 
-No llames a mi bebé peso, pase lo que pase sé que cuento con él- contesté furiosa. 
-O eso crees tú, eres patética, lástima que todo lo que ha hecho contigo lo hizo conmigo- comentó Audrey. 
No podía creer eso, por alguna razón creía que era verdad pero por otro lado era Audrey la que me estaba diciendo esto. 
-No digas nada, ahórratelo para Ian si es que te atreves- dijo Audrey burlonamente. 
-Eres una perra- susurré yo. 
La furia que sentía comenzó a extinguirse como cuando soplas una vela y se transformó en miedo a perder, miedo a perderlo, la verdad es que no sabía como combatir sus palabras, cualquier intento de defenderme era inútil. 
-¿Se te corto la voz? Creí que darías algo más de ti, ahhh pero claro cuando estás por tu cuenta eres débil, admítelo después de esto estarás sola…- 
Audrey siguió hablando y sus palabras eran navajas afiladas que se lanzaban brutalmente a mi ser, por primera vez en muchos años comencé a llorar, sentí una enorme impotencia pues logré que me hiciera sentir mal, al momento que se percato de mis lágrimas ella solo sonrió malévolamente y se fue. 
-Que tonta eres Grace- dijo Zac frustrado. 
-Tú no hiciste nada por defenderme- contesté yo. 
El cielo comenzó a nublarse y se escuchaban truenos a lo lejos. 
-No tenía porque hacerlo, ella miente y la verdad no entiendo como es que puedes creerte sus palabras, te tiene envidia y punto.- hizo una pausa para respirar hondo y luego añadió –deberíamos irnos antes de que empiece a llover…- 
En mi intento por salir corriendo Zac tomó mi brazo y me cargó hacia el auto en su hombro, nos mojamos ya que comenzó a llover un par de minutos antes de que llegáramos al auto. 
-¿Cómo sabías que iba a…?- el me interrumpió. 
-Olvidas que te conozco de hace unos 5 años, te conozco y se que te encanta huir de las cosas que no puedes manejar en el momento, dame un tiro si me equivoco- Zac re rió y golpeo mi hombro. 
-Es cierto y quiero cambiar eso, la solución siempre es afrontar la situación por mas difícil o compleja que parezca, siempre hay una manera.- dije yo. 
-Así se dice Grace, bueno ¿harás la prueba de embarazo en mi casa o en la tuya?- preguntó incómodamente. 
-Mejor en mi casa, no quiero que tu madre me odie o algo así, digo soy tu mejor amiga y no sé que diga cuando sepa que no soy virgen… no creo que sea algo muy agradable.- respondí yo.
 -Bueno, sólo prométeme una cosa- dijo él. 
-Depende- sonreí y lo vi a los ojos.
-Tienes que decirle a Ian…- dijo Zac. 
-Ni hablar, no pienso decirle, ¿estás loco o que?- dije muy alterada. 
-Grace esto no se trata solo de ti, sino de Ian y tú, estamos hablando de su hijo.- él dio un gran suspiro y se estacionó frente a mi casa. 
-No pienso decirle nada, no estoy lista, o al menos no hoy, lo haré cuando pueda…- comenté yo. 
-Puedes hacerlo antes de que sea tarde Grace.- dijo Zac respirando profundamente. 
-Zac, no le dirás nada o ¿sí?- supuse que su respuesta sería la siguiente… 
-Quizás yo no lo haga pero Audrey si- 
-Está bien lo haré… ahora mejor entremos rápido, no quiero mojarme más.- 
Entramos a la casa subimos a mi cuarto y hubo un silencio muerto, vi el rostro de Zac. Yo hice planes para el futuro pero nunca planee nada así, lo peor que podría pasar sería que perdiera mis sueños de ser la mejor cantante y todo por tener un bebé. No sabía qué hacer, Zac y yo leímos las instrucciones para hacer la prueba de embarazo, él me espero en mi habitación mientras yo resolvía “eso”
Esto parecía una pesadilla las primeras 2 habían salido positivas, quería morir o dormirme y despertar pensando que todo era un mal sueño. 
Luego salieron otras 2 negativas, todo parecía un mal juego de póker que podría arreglarse con la siguiente carta del mazo fuera la indicada. No resistí la presión así que comencé a llorar y Zac entró a verificar que todo estuviese bien. 
-No vas a resolver nada con esas lágrimas, tienes que mantenerte cuerda y pase lo que pase tendrás que volver a empezar.- dijo Zac muy calmado. 
-No me siento lista para esto, no quiero que me lo tomes a mal pero preferiría que Ian estuviera conmigo en este momento.- dije yo con la voz algo cortada. 
-Sabía qué harías lo correcto Grace, que esperas ¡VAMONOS!- dijo Zac apresurado. 
Lo último que recuerdo fue que Zac y yo salimos apresuradamente para ir directo a casa de Ian, mientras él conducía habían tantas cosas que pasaban por mi mente. Desde que tomé aquella decisión sabía que decirle todo lo que estaba sucediendo a Ian no sería cosa fácil considerando que al momento de las palabras soy un asco. 
Mi corazón comenzó a palpitar como nunca, habíamos llegado a mi destino, Zac dijo que me esperaría allá afuera, caminé hacia la puerta de Ian, al momento que yo iba a tocar el timbre noté que mi mano estaba temblorosa por los nervios. Tome un respiro profundo, sentí un hueco… no era algo que se siente normalmente en situaciones así o cuando estas angustiado, NO, si no que de alguna manera me entró un mal presentimiento. Antes de que yo lograra tocar el timbre Ian abrió la puerta. 
Me sentía tan nerviosa que no sabía que hacer así que le sonreí, para mi sorpresa él no se veía tan feliz de verme. Lo siguiente que pasó hizo que me congelara por completo. 
Detrás de mi novio estaba ella. Ella me vio y se rió de mi sarcásticamente al igual que como con sus otras víctimas. Yo conocía esa risa lógicamente, es decir, después de haber sido la mejor amiga de Audrey aprendes muchas cosas sobre maldad y pensar que yo solía ser así e incluso aun PEOR
-Ian fue un gusto haber pasado este tiempo de calidad contigo, sabes que tienes todo mi apoyo y puedes confiar en mí, no como en OTRAS.- comentó Audrey haciendo énfasis en esa palabra. 
-Te lo agradezco Audrey, hablamos luego.- dijo Ian muy serio. 
Audrey me susurró lo siguiente: “Hagas lo que hagas voy a estar ahí para destruirte como tú lo hiciste conmigo, él no te amará después de esto.” 
Sus palabras eran tan frías, seguía ahí parada sin hacer nada en absoluto, mis ganas de llorar crecían por cada latido, cuando Audrey se fue Ian casi me cierra la puerta en la cara de no ser porque logré entrar antes de que sucediera. 
Ian no quería ni voltear a verme, me acerqué a él tratando de buscar su mirada pero él se alejaba de mí, sentir su rechazo destrozaba mi corazón, era algo tan doloroso que ni sabía cómo explicarlo, mi miedo a perderlo era inmenso, pensé en algo coherente que podía decirle a Ian pero gracias a mi pánico dije lo siguiente. 
-Ian escúchame, por favor.- dije yo. 
-¿Qué es lo que quieres? Grace, yo confiaba en ti, sin secretos ¿recuerdas?- dijo Ian muy frustrado. 
-Tu no me entiendes, dime qué sientes, créeme yo no quería que esto pasara pero…- fue cuando me interrumpió, vi la furia en su rostro y no podía comprender lo que estaba pasando ¿acaso este sería el final y estaría destinada a tener un hijo? 
-Pero pasó Grace, eres una mentirosa, te creí diferente a las demás, pensé que eras distinta y que podía confiar en ti, ya veo que me equivoque.- cada palabra que Ian decía era un martirio más en mi pecho, no aguantaba toda mi desesperación, no entendía su necedad a escucharme, seguramente Audrey le había lavado el cerebro o algo por el estilo. 
-¿Qué si yo miento? Sabes perfectamente que jamás te haría daño…- las siguientes palabras destrozaron mi corazón. 
-¿Qué si no quieres hacerme daño? Déjame decirte que me lo estas haciendo, lo esperaba de cualquiera menos de ti, no sólo me engañaste a mi sino a todos, créeme que no te deseo el mal porque te amo pero tu castigo será vivir con la desgracia, hasta aquí voy a aguantar, terminamos.-yo sabía perfectamente que Ian lo dijo con un enorme nudo en la garganta.
No resistí más de 3 segundos así que me puse a llorar como una niña pequeña, me arme de valor para hablarle a Ian y dije: 
-¿Y es que acaso mis lagrimas ya no importan? Te juro que quería decírtelo, por eso vine aquí pero Audrey se me adelanto, no quería que te enteraras así y mucho menos que me dejaras ¿sabes qué es lo más triste?- pregunté yo mientras secaba mis lagrimas. 
-¿Qué me engañaste con Zac? ¿Qué nadie sabia de ustedes? ¿Qué no me amas?- al momento que Ian termino de hacerme preguntas analicé cada una de sus palabras y no podía creer lo que las mentiras de esa perra habían ocasionado. 
-No, lo más triste es que decidiste confiar en Audrey antes que en mi, ni si quiera me dejaste explicarte las cosas, jamás te engañé de ninguna manera Ian… lo que pasa es que… mmm bueno… es que…- me congelé, una vez más no tenia ni la menor idea de como decirle que probablemente estoy embarazada. 
-Grace, no empieces a poner excusas ¿quieres? Solo lárgate de aquí, por favor, deja de mentir…- fue entonces cuando lo interrumpí. 
-ERES UN IMBÉCIL DE LO PEOR, NO TE ENGAÑO CON ZAC NI CON NADIE, ERES EL ÚNICO EN MI VIDA, TE AMO PERO SI NO VAS A ESCUCHARME TE PUEDES IR DIRECTO A LA MIERDA, ANOCHE NO USASTE CONDÓN FUI A COMPRAR UNA PRUEBA DE EMBARAZO CON ZAC PORQUE TENÍA MIEDO DE QUEDAR EMBARAZADA PERO LA ZORRA DE AUDREY NOS VIO SALIR DE AHÍ JUNTOS Y VIO LAS JODIDAS PRUEBAS DE EMBARAZO, ME DIJO TANTAS COSAS HORRIBLES QUE NO QUERÍA QUE SE HICIERAN REALIDAD PERO MIRA ESTO, ME DEJASTE…- habría continuado gritándole cosas a Ian, por mi enorme frustración, sólo que él me besó para callarme. 
-Grace no digas nada más, lo lamento, soy un idiota, debí saber que Audrey mentía, es sólo que…- una vez más lo interrumpí. 
-Es sólo que no confías en mí, no quisiste escucharme por creer las tonterías de Audrey y terminaste conmigo.- dije yo algo molesta. 
-Me arrepiento, quiero volver Grace- respiró hondo –soy un estúpido por dejarme llevar por Audrey, te amo.- comentó Ian. 
-No lo se Ian, esto es muy complicado para mí, no quería que nada de esto pasara…- respiré muy profundo para relajarme un poco –lo mejor es que me vaya de aquí.- caminé hacia la puerta, me sentía tan derrotada, lo único que podía pensar es que probablemente sería una madre soltera
Fue entonces cuando mi tiempo se detuvo pensando en lo que vendría después, para mi sorpresa Ian me tomó del brazo y me besó intensamente. 
-Creo que ya sabes lo que estoy apunto de decirte…- dijo Ian sonriendo. 
-Grace soy un idiota por creerle a perras hociconas sin chiste, perdón por no haberte escuchado, por gritarte, espero que algún día logres perdonarme por ser un imbécil, me odio a mi mismo por lastimarte, no me lo perdonaré jamás… y supongo que es todo lo que se me ocurre por ahora.- dije yo algo furiosa. 
-Se te olvido lo más importante Grace…- comentó él. 
-¿Qué cosa?- pregunté yo algo sorprendida. 
-Se te olvido que te amo por encima de todo aunque a veces lo dudes- fue ahí cuando Ian intentó besarme. 
-¿Sigues siendo mi tonto?- suspiré con tristeza –digo terminaste conmigo hace un par de minutos…- 
-Olvidemos eso, seguiré siendo tu tonto Grace, lamento haber sido tan horrible…- Ian me besó con ternura. 
-Ahora cuéntame lo que paso con más calma- añadió Ian. 
Le conté a Ian todo lo que había pasado desde que me desperté hasta cuando llegué a su casa, él me comprendió por completo, en parte es bueno que tenga una idea de como es mi comportamiento aunque puede que se equivoque la mayoría del tiempo, créanme que nunca he usado todo mi potencial… así que nunca sabré que tan lejos podré llegar hasta que lo intente. 
-Ian tengo mucho miedo- suspiré con temor –no quiero perderte.- dije yo. 
-No vas a perderme, si algo pasa quiero que seas la madre de mis hijos.- Ian sonrió y me dio un beso en la frente. 
-No sé como lo haces, pero me encantas…- me sonrojé mucho, sonreí y luego añadí lo siguiente –bueno Ian vamos arriba a terminar con esto de una vez por todas.- 
Cuando empecé a subir las escaleras, Ian me cargó como princesa. -Si princesa- Ian me sonrió. 
-Que lindo eres- esas fueron las ultimas 3 palabras que salieron de mi boca. Ian me observó entrar al baño de su cuarto. Yo simplemente hice lo que tenía que hacer, mientras yo estaba ahí adentro Ian comenzó a hablarme para hacer esto menos incomodo, yo sólo me reía con inconformidad y por nervios. 
-Grace… antes de que veas los resultados, déjame verlos primero.- dijo Ian muy serio. 
Ian sostuvo la prueba de embarazo en sus manos, sentí un gran alivio al ver su sonrisa de satisfacción, la prueba resultó ser negativa y al parecer  fue sólo una alerta de embarazo. No pude aguantar toda mi emoción así que literalmente me lancé encima de Ian, no nos caímos sino que el me cargó y nos besamos. 
-No tienes idea de que tan feliz estoy, no quería terminar embarazada a esta edad- me solté a carcajadas, seguía extremadamente feliz. 
-Bueno, esto en verdad fue un alivio, ¿sabes algo Grace?-preguntó Ian. 
-¿Qué cosa Ian?- pregunté yo. 
-Te prefiero cuando estás riéndote así- Ian me sonrió y me dio un beso en la frente. 
-No se como le haces pero me encantas- dije yo algo sonrojada. 
-Bueno Grace, se hace tarde y no quisiera que tu padre te regañe por no llegar a tiempo así que te llevaré a casa- Ian me tomó de la mano, me abrió la puerta y salimos juntos. 
-Supongo que regresarán caminando juntos- Zac sonrió –en ese caso me iré a algún lugar, nos vemos y por cierto Ian, cuida bien a mi mejor amiga o te mueres- comentó Zac. 
-No te preocupes Zac, a la próxima usaré condón- Ian se río y se despidió de Zac a lo lejos, como signo de que fue una broma. 
-Hijo de…- Zac volteó a verme y no terminó su frase –Sólo porque Grace te ama y esta aquí presente no diré nada.- 
-Gracias querido mejor amigo, eres un amor- dije yo con un poco de sarcasmo en mi voz. 
-No hay de que, te amo Grace- Zac se despidió de los 2 y se fue. 
-Ahora si estamos solos… acompáñame- Ian me tomó de la mano y me sonrió. 
Ian me llevó a un parque cercano a mi casa, comenzamos a jugar como 2 niños pequeños que no temían por un mañana y soñaban por un futuro. Entonces nos trepamos a un árbol para contemplar las estrellas. De alguna manera fue un día que recordaré y no sólo por mi promesa de un diciembre inolvidable sino porque me di cuenta que Ian en verdad me ama. Regresé a casa junto con Ian; mi padre no estaba así que Ian pasó la noche conmigo abrazándome, no hubo nada más sólo se quedó dormido conmigo. 
Así es como concluyó el segundo día de mi diciembre… Diciembre 2.

jueves, 9 de febrero de 2012

Diciembre 1

Prófugas de la ley 
Vaya manera de empezar este diciembre inolvidable digo… ¿saben qué? olvídenlo. Si supieran todo lo que pasó  esta noche se sorprenderían. Deberían saber que me encuentro en LA CÁRCEL junto con mis amadas compañeras de celda Brittany, May, Isabella, Emily y unas prostitutas desconocidas. 
Por otro lado en la celda de enfrente se encuentra una perra desgraciada que detesto desde hace ya tiempo ¿De quién hablo? De Audrey. ¿Por qué la detesto? Eso es muy simple, solíamos ser amigas hasta que me traicionó, me mintió y engañó para intentar llegar a lo que quería, a Ian, lástima que él llegó a mí; no pudo soportarlo y desde entonces se encargó de crearme mala fama, buscar a Charlie y se supone que a hacer de mi vida un infierno. HA. Afortunadamente no me quedé con los brazos cruzados y tengo amigas incomparables que me ayudaron a marginarla por completo, es decir nadie quiere a las perras hipócritas que apuñalan por la espalda ¿o si?
En este momento solo estoy aquí parada agarrada de los barrotes de la reja mientras miro hacia la otra celda… 
-¿Qué estas mirando?- dijo Audrey con su pésima actitud. 
 -Si crees que te estoy viendo entonces regresa de donde viniste, del infierno- contesté yo. 
En ese momento las otras prisioneras comenzaron a abuchear a Audrey. 
La prisión en sí es aburrida y nada linda, no podíamos hacer nada más que esperar, esperar y esperar. 
Poco después me canse de esperar sentada como inútil y me asomé por las rejas una vez más, tras estar 4 horas ahí dentro, lentamente fui perdiendo mis esperanzas, hasta que lo vi. 
Él iba algo temeroso reflejando confianza en su caminar por el pasillo buscándome, portaba pantalones de mezclilla entubados y una camiseta negra ajustada que resaltaba sus profundos ojos negros. Al momento que nuestras miradas chocaron me entró un sentimiento de dolor al notar la tristeza en su mirada. Cuando apenas iba a abrir la boca creí que me gritaría, me mataría con sus frías y descaradas palabras o que quizás me daría un sermón de novio histérico, me sorprendió escucharlo decir lo siguiente: 
-Grace, estoy tan feliz de verte- Ian sonrió con algo de preocupación e incomodidad al decir eso. 
 -Créeme que no puedes estar más feliz que yo… ahora ¡Sácanos de aquí!- sé que no fueron las mejores palabras que pude haber usado pero simplemente salieron de mi boca. 
 -Grace, Grace, Grace… y compañía- Él saludó a mis amigas y también a las demás personas que estaban dentro de la celda. -Ian- dijo la maldita perra con una tonalidad de “apiádate de mi” –Por culpa de Grace estamos aquí, deberías hablar con ella seriamente sobre controlar su ira- al concluir sus palabras ella le sonrió y me vio con una cara de “veamos que puedes hacer al respecto”, me enojé tanto en ese instante pero decidí calmarme un poco y dejarlo pasar. 
-Gracias por hacer quedar mal a MI NOVIA. Si no te importa, lo cual sé que si, preferiría escuchar a ella en lugar de a ti- dijo Ian con tanta confianza. Por supuesto o que Ian le dio la espalda a Audrey, mientras que varias personas se reían de ella. 
 -Ahora dime…- comenzó a susurrar en mí oído -¿Por qué están aquí?- 
Cuando terminó de hablar no pude evitarlo, simplemente me reí al recordar todo lo que sucedió… 
-¡Brittany, May, Isabella y Emily vengan aquí YA!- mis amigas se acercaron a donde Ian y yo estábamos. 
-No fue culpa de Grace, fue culpa de ¡LA PERRA MALDITA DE LA CELDA DE ENFRENTE!- dijo May furiosa. 
-May tu mejor no digas nada, tú te le lanzaste encima…- interrumpió Brittany algo frustrada. 
-Admite que el simple hecho de que Audrey llegue y rompa el teléfono de Grace no fue algo muy hermoso que digamos, que May no debió golpearla, también Emily no debió meterse para intentar separarlas y sobretodo Grace no debió caer en el juego de Audrey… digo la insultaste, la golpeaste, en parte la pusiste en su lugar no de una manera muy linda, menos mal que Brittany y yo las separamos antes de que fuera peor, pero eso no evito que estuviéramos aquí.- dijo Isabella en un tono muy calmado. 
-Solo expliquenme bien, más despacio y con más detalles ¿Qué pasó? Si no lo hacen no pienso sacar a nadie de aquí… - esas fueron las palabras de Ian. 
-Bueno todo sucedió así…- respondí yo.
Comienza el flashback de esa noche… 
Nos encontrábamos en casa de Brittany arreglándonos para ir a la fiesta de Emma. 
-Creo que ya casi estamos listas…- dijo May 
-Dilo por ti y las otras porque yo no- al decir eso Emily dirigió su mirada hacia abajo. 
-¿Qué tienes Emily?- preguntó Brittany. 
 -Ustedes saben que combina con que, como vestirse y verse bien, pero yo no, ni siquiera me siento bonita…- Emily bajó su cabeza en señal de decepción. 
 -Emily estas mal de la cabeza, eres hermosa a tu manera, es más, espera un segundo… tú sólo cierra los ojos y confía en mí- le dije yo a Emily en un tono de completa seguridad. 
 Le dije a mis amigas que me ayudaran a maquillarla, peinarla y demás, por supuesto que tapé todos los espejos de la habitación y del baño. Cuando le pedí que abriera los ojos, no tenía idea de lo hermosa que se veía. Luego la mandé a cambiar su vestimenta por un atuendo que Isabella y yo seleccionamos del armario de Brittany. Cuando finalmente salió del baño logramos ver que la pequeña Emily había salido de su crisálida para transformarse en una mariposa. Lo que hice después fue destapar un espejo para lograr que Emily pudiera admirar su belleza. 
-¿Esa soy yo?- preguntó Emily con mucha emoción. 
-Desde luego que sí- contestó May muy sonriente. 
Supe muy bien que Emily no esperaba ponerse un vestido color azul turquesa con un cinturón negro con encaje jamás en su vida, pero nunca sabes a donde te puede llevar la vida ¿o si? 
 -Siéntete segura de ti misma Emily, ese es el regalo que te doy hoy- dije yo con una voz relajada. 
 Emily corrió a abrazarme y comenzó a agradecerme. 
-No quiero arruinar el momento, pero llegaremos MUY tarde a la fiesta de Emma- comentó Isabella. 
-Muy cierto, vámonos ya- dijo Brittany. Llegamos a la fiesta y todo estaba normal… alcohol, música, desorden. Aún no había ninguna señal de Ian por ningún lado. De pronto me harté de tanta música así que decidí salir al patio trasero. Tras tomar unos cinco minutos de aire fresco, comencé a sentir algo de frío y me abrasé a mí misma, de pronto alguien llegó y me abrazó por detrás. 
 -Sabía que te encontraría aquí- dijo Ian. 
 -¿Soy tan predecible?- pregunté. 
-No del todo…- Ian me besó al concluir sus palabras. 
 De pronto llegó todo mi hermoso círculo de amigos: Scott, Scarlett, Emily, May, Eliot, Zac, Robert, Dylan, Joshua, Brittany, Emma, Gerard, Isabella y Amber. 
 -¿Qué no se pueden conseguir un cuarto?- dijo Robert riéndose. 
 -¿Tomaron fotos de eso?- dijo Amber riéndose. 
-Amber… Robert… cuando tengan una relación me avisan para ir a andar de ladilla- dije sonriendo sarcásticamente. 
-Hey cálmense, nada de peleas en esta fiesta ok- dijo Emma sonriendo. 
-No quiero que todos entren en pánico ni nada pero…- interrumpí, exaltada, las palabras de Scott. 
-¿QUÉ HACE ELLA AQUÍ?- grité yo. 
Todos mis amigos voltearon y vieron a Audrey entrar a casa de Emma como si nada. 
 -Te lo pediré de una vez, Grace escúchame por favor, no hagas nada estúpido de lo que te puedas arrepentir.- se que fueron unas palabras muy sabias de Ian, las cuales no escuché del todo. 
-No hago promesas que sé que no podré cumplir después y lo sabes muy bien Ian.- respondí de una manera muy fría cerrando mis ojos, dando un suspiro muy fuerte. 
 Me alejé de mi círculo de amigos, decidí ir a bailar un rato, de pronto sentí una mirada tan difícil de describir, era tan… tan… tan… 
De pronto alguien derramó su bebida en mi vestido, me exalté y volteé a ver quien había sido, aunque era de esperarse que la culpable de esto fuera Audrey. 
-Ahhh Grace, tu conjunto era tan hermoso, lástima que ahora se estropeo- dijo Audrey de una manera sarcástica y burlona. 
-Es algo común de ti, digo, una que no es envidiosa tiene que aguantar estos dramas- contesté yo. 
En eso recibí un mensaje de texto de Ian, al momento de verlo Audrey me arrebato mi teléfono, lo tiró al suelo y después lo pisoteó hasta que quedó destruido. 
-¡Pagarás por eso maldita serpiente infernal!- dije yo sacada de quicio. 
Audrey comenzó a reírse mientras que May y Emily se acercaron a ver que pasaba. Yo le di una cachetada a Audrey, ella no se contuvo y me regreso el golpe, en ese momento comencé a recitar las siguientes palabras mientras la canción Afterlife (versión alternativa) de Avenged Sevenfold sonaba en la fiesta. 
-¡¿Qué nunca vas a dejar de ser una PERRA?! Solo mírate, no entiendo ¿Cuál es el punto de que andes tras de Ian? El ya decidió estar conmigo y NO contigo. Acéptalo, estás tan celosa de mí porque ¡Siempre fui mucho más amada y querida por todos que TÚ! Hazme un favor y consíguete una vida, no ganarás más que soledad siendo lo que eres, UNA SIMPLE ARPÍA QUE APUÑALA POR LA ESPALDA. No puedo creer que solíamos ser amigas, pero que bien que pude abrir los ojos aunque quizás fue algo tarde… Eres de las pocas personas de las que me arrepiento de haber conocido. No te deseo el mal porque no seré igual a ti, pero tampoco te deseo nada bueno, mejor piérdete y aléjate de mi vida. De una vez te advierto que si te metes con mis amigas o mi novio haré de tu vida algo MUY miserable. Te quiero Audrey ♥– al concluir con mis palabras sonreí, le di la espalda y fui hacia May y Emily. 
-Mejor regresa con tus perras, sin ellas no eres más que una pobre huérfana- dijo Audrey. 
Esas palabras me dolieron pero no del todo, es decir, Audrey es ella… sus palabras solo son vacías así que seguí como si nada hasta que noté que May se acercó hacia ella. 
-Retráctate- dijo May enfurecida. 
-Vaya, vaya, vaya tenemos al escuadrón canino formado por May y Emily- Audrey comenzó a reír. 
Supe que May no lo soportaría por mucho tiempo y en efecto ella se lanzo encima de Audrey y comenzó a golpearla. Emily intentó separarlas pero solo terminó siendo golpeada por las dos. Segundos después Isabella y Brittany las separaron. 
-AUN NO TERMINO CONTIGO, SOLO ESTABA CALENTANDO- gritó May. 
-Perfecto ahora todo tu grupo de perras esta aquí Grace- dijo Audrey. 
-¿Sabes Audrey? lo único que te falta es algo de coraje para decirme las cosas a la cara y no a mis espaldas, así podrías entrar a la perrera también- comenté sonriendo. 
Fue ahí cuando me acerqué a ella y le di una cachetada bien merecida. 
-Y no vuelvas a meterte con nosotras.- en ese momento todo parecía ir tan bien, pero no nos dimos cuenta que un policía nos había visto desde hace un tiempo. 
-Ustedes 4 acompáñenme- dijo el policía. 
-¡No fue mi culpa, ella se me lanzó encima… yo no hice nada!- exclamó Audrey. 
 -Si algo sabes hacer es mentir… Llévenme con ustedes, acepto la responsabilidad.- dije yo. 
-Supongo que será algo nuevo de que hablar.- dijo May 
-¿Ven todo lo que pasa por tratar de verme femenina...?- dijo Emily 
-Ustedes dos también.- dijo el oficial. 
-Eso es injusto.- dijeron Brittany e Isabella al mismo tiempo. 
-Johnson trae refuerzos…- dijo el oficial a uno de sus compañeros por radio. 
 Sus refuerzos llegaron y nos esposaron a todas, nos subieron al carro, llegamos a la estación de policía y nos metieron en las celdas… 
Fin del flashback 
-Ahora explícame por favor ¿Qué haces tú aquí Ian?- pregunté yo. 
-Grace, Grace, Grace… ¿Cómo le hago para hacer que te des cuenta de que SIEMPRE estuve ahí? No hice nada para detenerlas porque al parecer manejaste muy bien la situación, o algo así…- él bajó su mirada –quizás no del todo bien porque ahora todas están aquí en prisión… espera, las sacaré pronto.- dijo Ian algo triste. 
-Sólo no saques a Audrey y todo estará perfecto.-dijo May. 
Ian solo se fue caminando e ignoró el comentario, pasó una hora y nos dejaron salir como si nada hubiese pasado. 
-¿Ian cuanto tenemos que pagarte?- preguntó Brittany 
-No es nada, en serio - respondió Ian. 
-Grace es tan afortunada de tener a alguien que la saque de tantos problemas, Ian eres un héroe- dijo Emily. 
-Ni una palabra de esto a nadie o me matarán.-dijo May. 
Ian y yo acompañamos a mis amigas a casa, al final, él terminó llevándome a la mía también. 
 -Ian, gracias…- susurré yo. 
 -No hay de que Grace- dijo Ian. 
-¿Qué hiciste para sacarnos de ahí?- pregunté muy curiosa yo. 
Ian se puso en un tono serio, suspiró, cerró los ojos y no quiso voltear a verme –Mi padre trabaja en la estación de policía, le dije que las dejará ir, y si, si dejé ir a Audrey también.- él simplemente respiró hondo.
-Ian en verdad lo siento…- él me interrumpió. 
-Déjalo así Grace, no te sirve de nada disculparte, ya lo hiciste de todos modos- para mi desgracia las palabras de Ian siempre llegaban a lo más profundo de mi alma porque es muy listo cuando emite algún sonido de su boca, él no habla por hablar, no odio que sea así pero hay veces donde me hace sentir mal; y sé que nunca le podré ganar al momento de argumentar con él. 
No sabía que más s hacer así que lo abracé muy fuerte, no quería dejarlo ir jamás, yo amaba a Ian de una manera tan difícil de explicar pero tan fácil de sentir. 
–Te quiero como no tienes una idea Ian, lamento todo el drama de esta noche.- por más fuerte que intentará ser en ese preciso momento, se me escapó una lágrima, él la seco y me besó apasionadamente. 
No te vayas Ian, te necesito porque te amo, contigo no me siento sola, soy una estúpida por nunca decirte “Gracias” y si lo digo no lo agradezco como debería. Me repetía a mi misma una y otra vez en lo más profundo de mí ser. 
 Ian entró conmigo a casa, para mi sorpresa Erik estaba ahí dentro. 
-Hey Grace- comentó Erik muy sonriente –y compañía- añadió mi hermano. 
-¿Erik no se supone que estabas en casa de Derek?- pregunté algo confundida. 
En ese momento solo quería tener un buen tiempo a solas con Ian, lo único que me lo impedía era esta triste realidad. Por un momento pensé en varias maneras de deshacerme de mi hermano, hasta que el abrió su boca. 
-Estaba ahí pero me aburrí, así que regrese aquí y nuestro padre como siempre no estaba, pensaba en ir a casa de May pero recordé que estaba en la fiesta de Emma contigo y…- interrumpí a Erik muy alterada. 
-May regresó a su casa.- comenté rápidamente. 
-Cálmate G, ya me voy de todos modos- Erik me despeino y se rió  –por cierto G, cuida a Ian.- dijo Erik sonriente. 
Al concluir sus palabras él se despidió de mí y se fue caminando a casa de May, saben una nunca pensaría que su mejor amiga podría ser la novia de su hermano mayor. A pesar de que Erik es un fastidio a veces yo lo amo y me alegro de que este con alguien como May. Ellos son un buen ejemplo de que la edad solo es un número. El 21 y ella casi 17. 
-Grace… ¿Te fuiste?- preguntó Ian viéndome a los ojos. 
Salí de mi trance y noté que él me estaba mirando fijamente.-Sigo aquí, solo estaba pensando en Erik y May- sonreí. 
-¿Tú piensas?- dijo Ian burlándose de mí. No pude evitar reírme. 
–Eres un tonto Ian- las ganas de dejar de reírme pero por más que trataba y trataba no podía parar. 
-Pero soy tu tonto- Ian me sonrió, se acercó a mí y acarició mi cabello. 
-Y uno muy lindo por cierto- le regresé la sonrisa, me acerqué a sus labios y lo besé. 
No recuerdo ni ¿Cómo? ¿En qué momento? ¿Por qué? Pero simplemente los dos terminamos arriba en mi cuarto. 
 Cada vez que Ian y yo nos besábamos me volvía más y más adicta a sus dulces labios. Yo pasaba mis manos por su cabello mientras él me abrazaba con más fuerza. Luego de eso me empujó a la cama y siguió besándome, de alguna manera u otra lo estaba disfrutando solo que se sentía algo extraño tener a mi novio encima de mí, no solo porque estaba algo pesado sino porque me entró un terrible temor hacia que podría pasar después… 
-Ian…-intenté hablar mientras nos besábamos –ya…- pero Ian parecía no escucharme. 
 Decidí callar y dejarme llevar; la mano izquierda de Ian comenzó a recorrer mi cuerpo hasta que pasó su mano por debajo de mí falda, moví mi mano hacia la suya e intenté quitársela pero el seguía ahí. Lo ignoré y lo dejé pasar como si nada. 
El asunto se empezó a poner más intenso y sus manos combinadas con mi cuerpo coexistían con amor. La sensación de su piel pegada a la mía me hacía sentir como si nada pudiese salir mal. En un acto desesperado Ian intentó desabrochar mi sostén. 
No pude hacer nada mejor que empujar a Ian, hasta que por fin se despegó de mí. 
-¿Sucede algo?- preguntó Ian. 
 -Es solo que…- nerviosamente trague mi saliva –vas muy rápido Ian- 
-¿Debería empezar de nuevo?- preguntó él sonriendo. 
Se me acercó, me abrazó y lentamente metió su mano en mi espalda y con un ágil juego de dedos desabrochó mi sostén dejando paso libre a sus deseos, fue muy extraño al momento pero después me dejé llevar por el deseo, empezó a masajear mis pechos con sus suaves y cálidas manos y en ese momento sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla, él no se dio cuenta y siguió con lo suyo. Después de un tiempo en el que me hizo desear demasiado empecé a sentir su mano deslizando hacia mi vientre y solo sentí su mano en mi entrepierna aunque un poco más al fondo, en un momento sentí una fuerte punzada en mi panza, sentía que se me iba el aire pero después ese doler se convirtió en placer, ¿en qué momento nos hicimos uno? No me di cuenta solo sé que el dolor se fue y empecé a disfrutar como nunca lo había hecho. 
Ese momento duró mucho no me acuerdo cuanto pero se me hizo eterno, al momento que se separo de mí, me recosté en su pecho y él me dio un beso en la frente. 
-¿Qué se supone que debo de hacer ahora?- preguntó Ian sonriendo. 
-Shhhh…- me reí –no lo sé-por un momento hubo en silencio incómodo.  
-Estás calientita- comentó Ian estúpidamente. 
-Ian yo siempre estoy calientita- dije riéndome. 
-No me canso de decirlo- Ian empezó a sonreír y besó mi ojo. 
-Ouch- comenté yo. 
-No fue mi intención lastimar tu ojito- dijo Ian poniendo su carita de perro. 
No resistí su mirada por mucho tiempo así que besé su mejilla. Luego de eso Ian me tomó de la cintura y me giró hacia su derecha y me abrazó. 
-Te amo- susurró Ian, después mordió mi oreja suavemente. 
 Le sonreí aunque no me atreví a regresarle el Te Amo, si lo sé, yo también lo amo solo que nunca tuve el valor de decírselo a él… 
 Al poco tiempo de que estábamos como cucharita en mi cama, me puse a pensar en tantas cosas, yo no planeé que esto pasara pero simplemente paso, tengo miedo de perderlo, ¿Ian se aburrirá de mí después de esto?, cómo explicar que ya no soy ¨pura¨ por así decirlo, en mi mente cada idea pasaba tan rápido que el mismo cansancio empezó a consumirme poco a poco hasta que me quede dormida en los brazos de mi Ian. 
Fue así como concluyó el día. Diciembre 1.

lunes, 9 de enero de 2012

Introduccion

Durante todo este año me estuve preparando para un solo mes… DICIEMBRE
En el transcurso de mi espera pasaron cosas que merecen resaltar, Charlie es una de ellas… se que nuestra historia oculta muchos secretos y misterios que aún están pendientes por resolver, créanme que cosas como esas fueron lo que más me lastimaron de él, aun así le doy las gracias por enseñarme una lección sobre los chicos de su tipo.
Mis amigas de la preparatoria se volvieron mi adoración tanto como mis hermanas, de antemano les agradezco por haber estado ahí para mi en los días de pena y gloria.
Siempre me he considerado un arma de dos filos si se que he sido víctima de las mentiras, pero créanme no creo que nadie haya visto el engaño de la misma forma en la que yo lo hice; quizás algunos mataron mis ilusiones, sueños y esperanzas y también como cualquier otra adolescente normal otros trituraron mi corazón más de una vez, pero como dice mi amiga May: “De eso se trata, de hacerte mas fuerte…”
En fin muchos de ustedes se preguntaran ¿Quién soy? Mi nombre es Grace y vivo en Los Ángeles California, asisto a la escuela de Radiant Vergel ♥ junto con mis buenas amigas y amigos. Me siento feliz decir que ahora vivo aquí, pues soy de esa clase de personas que suelen mudarse mucho… odio eso como no tienen una idea pero en fin, soy de Nueva York ahí viven otras amigas que a mi consideracion son de las mejores. Tanto como viven otras personas que simplemente no… Ahhh como olvidar contarles acerca de Ian, mi novio, el vive en Los Ángeles también al igual que asiste a la misma escuela que yo.
Suficiente de amigos, empecemos con mi familia hace unos 5 meses que mi madre murió a causa de leucemia… triste historia, la pase muy mal por dos meses hasta que lo conocí a el a mi Ian; quizás lo conocí 2 meses después pero el me ayudo tanto que aun no se como agradecerle (2 meses después el y yo nos hicimos novios ♥ 12/11/2011 fue como un deseo hecho realidad). Por cierto tengo un hermano mayor llamado Erik que es muy deportivo y también algo fastidioso pero es casi casi un ídolo para mí. Mi padre se volvió mas callado desde lo de mi madre… yo solo me ablande, me hice mas débil, deje de ser aquella arpía que no se dejaba ser vacilada por nadie, deje de defenderme, simplemente me volví mucho mas noble y sentimental, no digo que ser noble esta mal pero por eso SIEMPRE te lastiman, no me arrepiento de ser así ahora porque se que las cosas pasan por una razón; aunque esto suene muy contradictorio yo daría mi melena castaña por ser aquella arpía de antes.
La próxima serie de eventos que ustedes están por leer quiero que sepan que todo eso formó parte de mi vida, parte de mi historia y que es parte de mi pasado pero “Prometí que este diciembre sería inolvidable…” así que los daré la bienvenida a mi diciembre muy pronto.